domingo, 5 de octubre de 2008

Más de 6000 personas en la 48º Caravana de la Primavera

Alrededor de 6000 bicicletas decoradas especialmente para la ocasión con flores, adornos y cotillón, atravesaron la ciudad desde la parroquia San José, sede de la entidad organizadora “Pequeño Mundo”, hasta el tradicional punto de encuentro en las instalaciones del camping El Faro. El intendente Gustavo Pulti y el campeón olímpico Juan Esteban Curuchet marcaron el punto de partida durante la mañana del domingo para que los caravanistas emprendiesen el extenso recorrido de ida hasta la zona sur de Mar del Plata, con el posterior retorno hasta el monumento al General José de San Martín, donde la bendición del Obispo Juan Alberto Puíggari marcó el final de la 48º edición de la Caravana de la Primavera.

Para miles de marplatenses, el inicio de la nueva estación se concretó recién durante el domingo, donde el buen tiempo acompañó a los habitantes del partido de General Pueyrredón que participaron de una nueva edición de la caravana, la cual se desarrolló entre las 9 y las 18 sin inconvenientes, más allá de las típicas caídas protagonizadas por niños y adultos que condujeron sus bicicletas para celebrar la llegada de la primavera. “En los últimos cuatro años la concurrencia se ha incrementado y hemos venido teniendo record de participantes como es el caso de este año, donde han habido muchísimas familias que se unieron a este encuentro tan típico de la ciudad. Estimamos que son más de 6000 las personas que nos acompañaron en la 48º edición de la caravana”, explicó Gustavo Fogel, ex integrante de “Pequeño Mundo”, Obra Don Orione de Mar del Plata, quien cada año participa activamente de este tradicional acontecimiento.

El intendente Gustavo Pulti arribó en horas tempranas a la parroquia San José, ubicada en Matheu 3349, para desearle suerte a los caravanistas durante su recorrido, al igual que el ciclista Juan Curuchet, quien acompañó a los participantes hasta las inmediaciones del camping El Faro, ubicado sobre a Ruta 11 a pocos metros del ingreso al barrio Alfar. Dos horas fueron necesarias para concretar el camino de ida por avenida Independencia hasta Juan B. Justo, luego hasta la costa y finalmente hasta el mencionado punto de encuentro, pasando por el Puerto y Punta Mogotes, “donde debido a la cantidad de personas se demoró alrededor de 50 minutos para que todos ingresen al camping. Allí se vivió el día en familia, los chicos pudieron disfrutar del helado y la geseosa que tenían gratis por haberse inscripto y participado en la caravana, y también pudo comprarse a precios muy módicos el famoso choripán y la hamburguesa para reponer fuerzas y emprender el camino de regreso hasta el monumento, lo cual se desarrolló con el mismo orden a través de la costa”, sostuvo Fogel.
La actual comisión directiva de “Pequeño Mundo” y sus antiguos integrantes fueron quienes desarrollaron las tareas organizativas de la 48º edición de la caravana. Entre ellos, el director del hogar Don Orione, Padre Jorge Farfán, quién ascendió a su bicicleta sobre el inicio de la jornada y acompañó al grupo hasta el final del día. “Estamos realmente muy contentos porque ha sido un día con un clima espectacular e inimaginable para llevar adelante esta fiesta. Toda esta gente que nos ha acompañado es una muestra del claro interés que existe por mantener viva esta tradición”, agregó el ex integrante de la agrupación.

El recibimiento en el monumento

Cerca de las 16,30 el monumento al General Don José de San Martín fue rodeado por miles de bicicletas que detuvieron la marcha para dar inicio al acto de cierre de la jornada, desarrollado por Gustavo Fogel, el Padre Fernando Mignone -asesor del Pequeño Mundo-, el presidente del Ente Municipal de Deporte y Recreación (EMDeR), Federico Maidana, y el Obispo de Mar del Plata, Monseñor Juan Alberto Puíggari.

Bajo el lema “Desde el diálogo construyamos la unidad”, jóvenes y adultos festejaron el exitoso desenlace de una nueva edición de la caravana junto a las autoridades locales y a personas que paseaban por el centro de la ciudad que se acercaron hasta el escenario montado sobre la avenida Luro para compartir la emoción de los caravanistas.

Por su parte, Puíggari elogió la voluntad de los participantes a través de un breve discurso y bendijo a los allí presentes, para que continúen luego su camino hasta la parroquia San José, donde la actividad llegó a su fin. Tras las palabras del Obispo, la música que salía de los móviles que acompañaban a las floreadas bicicletas volvió a encenderse mientras el tráfico continuaba cortado, y los participantes comenzaron a pedalear nuevamente para concretar el último trecho del recorrido, donde las ganas de disfrutar pudieron más que el cansancio de un soleado y agotador día de caravana primaveral.